Que renfe es una gran compañía es una verdad que sabemos todos de siempre. Pero lo que a uno le sorprende es lo ameno e interesante que se puede convertir un viaje que en un principio solo duraría 5 horas. En altea ya se retrasó algo más de media hora el tren que me tenía que llevar a alicante. Entre ese retraso y el trote cochinero que llevaba, salí con dos horas de anticipación y llegué a la estación de alicante con algo menos de una hora. El euromed si que salió a su hora, y todo fue bien hasta Castellón, todo salvo el documental que habian puesto, que cada vez que finalizaba se repetia automáticamente y ya iba por la tercera vez.
Pero mi suerte volvia a cambiar. El clima mediterránio y el cambio climático se confabularon contra nuestro tren y nos pilló una tormena que si bien no llevaba mucha agua, si que soltaba unos rallos interesantes de ver, en todo caso mucho más interesantes que la película de turno que nos pusieron. Al poco rato de salir de la costera ciudad de Castellón, el tren detuvo su marcha. Nadie se preocupó puesto que es frecuente que un tren para para dejar pasar otro. Sin embargo, el tiempo parado empezó a alargarse, y justo en ese momento en el que uno se pregunta si todo va bien, nos quitaron la peli.
Mal augurio. En ese momento me acordé de la película documental 'Aterriza como puedas 2' en la que anuncian que se ha agotado la fanta en mitad del vuelo, y como cunde el pánico.
El trozo al que me refería realmente es este otro, pero no lo he encontrado en castellano (juraría que era fanta en lugar de café):
Afortunadamente en este caso la reacción no fue tan extrema.
Al ratito apagaron todas las luces del tren y los baños también dejaron de funcionar. Afortunadamente el tren paró al lado de un apeadero, así que nos pudimos apear para pasear, fumar, y disfrutar de las magníficas vistas de Santa Magdalena de Pulpils.
La estación estaba cerrada, pero he podido comprobar que los empleados del tren tienen una especie de llave maestra para abrir estaciones cerradas ¿? así que nos dejaron ir al lavabo del puesto de circulación.
Al cabo de un rato llegaron los técnicos y se pusieron a arreglar la subestación electrica que, casualemente, estaba justo al lado del tren, vamos, que el rayo cayó justo cuando pasabamos por ahí.
No me alargo mucho más, solo decir que estuvimos una hora y media ahí tirados, y luego otra media hora en la estación del garraf, vaya usted a saber por qué. Entre eso y marchas lentas, dos horas y media de retraso, un total de 7 horas y media en tren (mas la hora y pico del trenecito de alicante). Una bonita experiencia, vamos. No nos dieron ni caramelos (antes siempre los daban) y tampoco tenemos derecho a indemnización por que ha sido debido a causas divinas.
8/14/2007
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2 comentarios:
Papá, papá,... ¿yo nací por causas divinas?
¡cómo se nota tu incultura! ¡povrezito hinfelis! ¿no lees los periódicos? La RENFE va VIEN.
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